El final se relativiza, se diluye, se disemina en nuevas historias para ser reconstruidas y reorganizadas, más o menos como nos plazca. Como en el mito de Edipo, hay historias que empiezan cuando ya ha pasado todo y el desarrollo de la misma consiste en la investigación del origen, en una vuelta atrás para comprenderlo todo. Memento, de Christopher Nolan, es el extremo de esta idea: avanza retrocediendo. El final, por tanto, es el principio.
La página web How it should have ended aporta su grano de arena a esta cuestión y propone nuevos finales, en clave cómica, para algunas de las películas y series más vistas de los últimos años. No tienen desperdicio. El final es relativo, sí, pero todavía existe el final oficial, el que compartimos en una tertulia de café. Y que te lo cuenten no deja de ser una putada, así que aquellos que no hayáis visto alguna de las películas sobre las que se bromea con su final, absteneros de ver los ejemplos que copio abajo. Quedáis avisados.
jajajajajaja
ResponderEliminarQué bueno el post, gracias por alegrarme la mañana!