jueves, 16 de septiembre de 2010

Damiano, Hitchcock y la represión sexual







Psycho (Alfred Hitchcock, 1960) - Memories within Miss Aggie (Gerard Damiano, 1974)

En 1974 se estrenó Memories within Miss Aggie, una película única, atípica e irrepetible. Se trata de un film de cine X en la que sólo hay tres escenas de sexo explícito, siempre pasadas por el tamiz autoral de un Gerard Damiano -sí, el director del film de culto Deep throat (1972)- cuyas pretensiones artísticas pueden apreciarse a lo largo de todo el metraje, especialmente en su bergmaniana y teatral puesta en escena. Esta es una de esas películas que derroca frontalmente comentarios prejuiciosos, a menudo por ignorancia, como por ejemplo "molaría que hiciesen una película porno que fuese buena" o "¿quién ve una película porno entera?".

Gerard Damiano sentía una particular devoción por el cine de Alfred Hitchcock y lo emuló en más de una ocasión. Aparte de su habitual afición por reservarse pequeños papeles o apariciones en sus películas -de las que cabría destacar el inolvidable diálogo de sordos que mantiene con Georgina Spelvin en la trágica, existencialista y sartriana Devil in Miss Jones (1972)- tal y como hacía el director británico -y que acabó resultando en una disfunción discursiva que repercutía sobre la atención del espectador en la narración ocasionando un "Dónde está Wally" cinematográfico-; aparte de esa habitual afición, decía, a veces Damiano recurría a la cita literal, como en el caso de los fotogramas destacados más arriba. La conexión argumental también parece obvia. Tanto Miss Aggie como Norman Bates viven con el recuerdo traumático de una pérdida y han reconstruido e inventado una historia que oculta su verdadera experiencia. Ambos personajes vivieron -y viven, por su recuerdo- anquilosados y reprimidos sexualmente bajo la sombra y el influjo de una madre posesiva y coercitiva. Los veinte minutos finales en que el ambiente se oprime, los planos se cargan de tensión y la relación de los dos personajes se enrarece mediante silencios y diálogos quebrados desembocan en un twist-ending en el que no falta la violencia y el terror.

El objetivo de Damiano era acercar el cine porno al cine convencional, que el sexo explícito no quedase marginado de la maquinaria mainstream y que se adosase como un elemento más, sin tabúes, sin tapujos, y poder, finalmente, realizar cine convencional. Una utopía que el puritanismo más exacerbado primero, contestando ferozmente a la revolución sexual de la época; la estigmatización del cine porno a causa de los estragos que hizo el SIDA en la propia industria; y el advenimiento del vídeo después, no iban a permitir, agrandando todavía más el abismo entre ambos tipos de cine y condenándolos a citarse en encuentros furtivos, extraños y de efímero -si no escaso- impacto socio-cultural.



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